El gran proyecto de restauración del Musée Horta, iniciado en 1989, concluyó a finales de noviembre de 2010 con la abertura al público de la cocina y las escaleras de servicio, que han sido reconstruidas en los cinco pisos. Son una prueba más del ingenio del arquitecto para gestionar la circulación de la gente y la luz. La cocina, decorada con azulejos blancos y azules y madera de pino, es un espacio limpio y sencillo que puede sorprender a más de un visitante interesado en descubrir las partes más íntimas de la casa del arquitecto.